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Cuentos de los Mares del Sur, de R. L. Stevenson

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                 Robert Louis Stevenson nació en 1850 en Escocia, y fue criado en un ambiente extremadamente religioso. Su familia pertenecía a la iglesia presbiteriana y “Cummy”, como Robert llamaba a su niñera Alison Cunningham, era una férrea calvinista. Desde muy pequeño Robert escuchaba de Cummy numerosos relatos bíblicos que le impresionaban enormemente y que excitaban tanto su imaginación que frecuentemente sufría de pesadillas. Estas historias macabras y truculentas fueron echando raíces en la mente de Stevenson y lo acompañaron por el resto de su vida, reflejándose en algunos de sus escritos.  R. L. Stevenson (1850 - 1894)   Cuando Stevenson se casó con Fanny Osbourne se embarcaron en una goleta hacia la Polinesia y allí visitaron durante varios meses islas como Samoa y Tahíti. Fruto de ese viaje Stevenson escribió varias obras, entre las cuales está la que comento, Cuentos de los Mares del Sur . Este libro recoge tres cuentos breves, de los cuales quiero centrarme en el pri

Historia del Diablo, de Robert Muchembled

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                 El autor es un historiador francés, profesor de la Universidad de París, especialista en historia moderna, y que se ha interesado principalmente por temas sobre brujería y sexualidad. Este libro, a lo largo de sus 7 capítulos, relata la historia del Diablo desde el siglo XII hasta el siglo XX.   Robert Muchembled - 1944 Los 3 primeros capítulos son necesarios para introducirnos en tema, pero creo que son los menos interesantes del libro. Allí Muchembled relata cómo se fue configurando la imagen del Diablo en Occidente, desde los Padres de la Iglesia en adelante, hasta llegar a convertirse en una figura de talla gigantesca durante la Edad Media. A partir del capítulo 4 en adelante encontramos lo mejor del libro, pues allí comienza el autor a desarrollar su tesis más original y llamativa. Muchembled sostiene que la figura del Diablo, a partir del siglo XVII, comenzará una a sufrir una especie de metamorfosis, que culminará en el siglo XX con el Diablo convertido en una

Historia del Diablo, de Daniel Defoe

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                 El título original de la obra publicada en 1726 por el célebre autor inglés es The political history of the Devil , es decir, “La historia política del Diablo”, pero en sus traducciones al español aparece siempre como Historia del Diablo , a secas. Creo que el título original le hace más justicia al contenido del libro, porque una de las tesis centrales de Defoe es que el Diablo, Satanás, el Príncipe de las mentiras, es el que mueve los hilos de la política mundial.    Daniel Defoe pertenecía a una familia londinense de presbiterianos, y se había formado en el seminario de Stoke Newington para ser ministro, aunque pronto dejó sus estudios teológicos por el comercio. A pesar de eso, Defoe mantuvo siempre una profunda erudición sobre asuntos bíblicos, que pone de manifiesto en esta obra con mucha maestría.   El libro se divide en dos partes, cada una de las cuales tiene 11 capítulos. No voy a transcribir todos los títulos de los capítulos, pero sí quiero resaltar los

Diario de Adán y Eva, de Mark Twain

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                De Mark Twain son mundialmente famosos sus libros Las aventuras de Tom Sawyer, El príncipe y el mendigo, o Las aventuras de Huckleberry Finn ; pero esta, Diario de Adán y Eva , es tal vez su novela mejor lograda. En breves pero intensas páginas Twain nos regala una bellísima historia de amor que, en rigor de verdad, debemos decir que se trata nada más y nada menos que de la primera historia de amor que haya experimentado el género humano.   La obra se divide en dos partes principales, a saber: un primer relato desde la perspectiva de Adán, y una segunda parte con la mirada de Eva. Luego vienen unos capítulos más breves aún (apenas unas páginas), y un cierre que sin dudas es de lo mejor de los finales de la literatura de todos los tiempos. Opino que tan sólo por esa frase final Twain es merecedor de yacer en el Olimpo de los literatos, sin objeción alguna. Mark Twain (1835 - 1910)   Al comienzo el autor nos presenta un Adán hosco, molesto por la presencia de “esa nue

La mujer, de Severo Catalina

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              El 1° de enero de 1858 el poeta y filósofo español Ramón de Campoamor prologaba en Madrid este libro. El prólogo comienza formidablemente con una pregunta que todos los que hemos leído el libro nos hacemos en algún momento, y es la siguiente: “Este libro, ¿es una apología de la mujer, o un libelo contra el sexo femenino?” Es que, en La mujer, Severo Catalina camina por una finísima cornisa entre la apología y la diatriba, sin que el lector adivine hacia dónde se decidirá a caer.   Severo Catalina fue lo que hoy llamaríamos “un niño prodigio”. A los 13 años ya dominaba el latín, el francés y el italiano. A los 15 obtuvo el grado de bachiller en filosofía. A los 19 logró titularse en teología, y a los 25 años ya había recibido, además, los grados de bachiller, licenciado y doctor en jurisprudencia. A todo esto sumaba sus estudios de lengua árabe y hebrea, que le habían valido el acceso a la cátedra de lenguas orientales en la Universidad de Madrid. Severo Catalina (1832

Archipiélago, de Ricardo Rojas.

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                 Este libro fue escrito en el tiempo en que Ricardo Rojas estaba viviendo en Ushuaia como confinado político. Luego del golpe de Estado de 1930 que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, el coronel Pedro Justo condenó al destierro en Ushuaia a varios dirigentes políticos, diputados, periodistas e intelectuales afines a Yirigoyen. Rojas fue enviado en 1934 en el barco de la Armada Argentina llamado Chaco , a la isla presidio, a la que en el siglo anterior Charles Darwin había llamado “el confín de la tierra”, y que todavía hoy llamamos “El fin del mundo”.   El libro consta de 62 escritos distribuidos en sendos capítulos, y un epílogo, a los que el propio autor compara con islas que conforman un archipiélago, y de ahí el nombre de la obra. Rojas tiene un objetivo claro, que es “revisar la leyenda darwiniana y divulgar la verdad sobre la Tierra del Fuego”. Para ello divide la historia de la isla en 3 períodos, a saber: Una edad antigua, una edad media y una edad modern